José Enrique Rojas González /
La Revolución Mexicana puso en la palestra nacional las problemáticas de diversos sectores sociales que habían sido relegados por el régimen porfirista: campesinos, trabajadores urbanos, pequeños y medianos propietarios y algunos hacendados. El progreso económico significó el aniquilamiento de las libertades políticas y sociales de todos los sectores, incluyendo a las mujeres.
El sector femenino de la sociedad imprimió un vigor novedoso a la convulsión. Las primeras mujeres vieron en las letras y en el periodismo sus medios iniciales de participar en la Revolución; sin embargo, su actividad no se limitó a la tinta sino abarcó otros ámbitos de gran repercusión en cada uno de las facciones revolucionarias. Esta función de las mujeres fue el preámbulo de la fortalecimiento y consolidación de los movimientos feministas del siglo XX en nuestro país.
Fotografía: Archivo Casasola / Mediateca INAH.
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